Saul Rivas López, un apasionado productor de café, despierta cada mañana al sonido melodioso de los pájaros en la comunidad de Loma Alta Arriba, en el municipio de Pantasma. Es padre de dos hijos que asisten a la escuela cercana, el enseña a sus hijos el trabajo duro y el respeto por la naturaleza, valores que Saul intenta inculcar en ellos cada día.

Con solo una manzana de tierra, Saul ha dedicado su vida al cultivo del café, aprovechando al máximo cada rincón de su finca. Gracias a los talleres comunitarios organizados por PACSA, ha aprendido nuevas técnicas para cuidar el medio ambiente y proteger las fuentes de agua cercanas a su parcela. Con orgullo, comparte: “He reforestado las orillas de las fuentes de agua cerca de mi parcela. Cada árbol plantado es un paso más hacia un futuro sostenible”.

A pesar de los desafíos, Saul encuentra belleza y satisfacción en su vida en el campo. Sueña con ampliar su finca y tecnificarla para aumentar su producción y mejorar su calidad de vida. Actualmente, su finca produce 40 quintales por manzana y está certificada bajo el sello de Rainforest Alliance, un reconocimiento a su compromiso con la conservación del medio ambiente y la producción sostenible.

Para Saul, cada taza de café es mucho más que una simple bebida: es el resultado de su arduo trabajo, su amor por la tierra y su compromiso con un futuro mejor para su familia y su comunidad.