Lenin Antonio Arauz Muñoz, un joven productor de café de 25 años, vive en la comunidad de Aguas Rojas, en el municipio de Wiwilí. Desde muy joven ha trabajado en la caficultura y se describe como una persona responsable y honesta. Su finca, llamada “El Hotelito,” cuenta con 2 manzanas en producción de café, de las cuales obtiene una producción aproximada de 50 quintales.

Como muchos productores de la zona, Lenin considera que el cambio climático es uno de los principales desafíos para su trabajo, afectando la estabilidad y rendimiento de sus cultivos. Sin embargo, a través del apoyo técnico y financiero de PACSA, ha logrado implementar prácticas que han mejorado la productividad de su finca. Lenin valora especialmente la formación técnica que ha recibido que le ha permitido apoyar a otros productores en su comunidad.

Marbely de Jesús Gómez Ortiz, una mujer de 39 años y madre de 3 hijos. Vive en la tranquila comunidad de Aguas Rojas, en el municipio de Wiwili, Jinotega. Marbely ha dedicado su vida al trabajo de la tierra y el café desde que era joven, esforzándose día a día para aprender las labores del campo y garantizar el sustento de su familia.

Con el respaldo técnico y financiero de PACSA, Marbely tiene la esperanza de mejorar la calidad de sus cultivos y aumentar su productividad. Actualmente, posee 1 manzana en desarrollo, donde espera obtener un rendimiento de 20 quintales por manzana. Ha estado participando activamente en capacitaciones impartidas por los técnicos de PACSA, enriqueciendo así sus conocimientos en el manejo agronómico de los cafetales.

Como productora, el sueño de Marbely es mejorar sus cultivos de café y aumentar su productividad para generar mejores ingresos y, de esta manera, elevar su calidad de vida y la de su familia. Con su dedicación y el apoyo de PACSA, Marbely está decidida a alcanzar sus metas.

Javier Antonio Lumbi Úbeda, un dedicado productor de 48 años. Padre de 9 hijos, vive En la comunidad de Aguas Rojas, en el municipio de Wiwili, Jinotega. Javier ha dedicado su vida al trabajo en su finca “Las Parcelas”, un oficio que aprendió de sus padres y que le ha enseñado el valor de cuidar la tierra y el entorno que lo rodea.

Consciente de la importancia de preservar el medio ambiente, Javier ha participado activamente en capacitaciones ofrecidas por PACSA a través de sus técnicos. Estas capacitaciones se centran en mejorar las prácticas amigables con el medio ambiente y en aplicar buenas prácticas en el cultivo del café, lo que le ha permitido mejorar su producción de manera sostenible.

El sueño de Javier es seguir progresando para sostener su economía y asegurar una mejor calidad de vida para él y su familia. Además, aspira a mejorar constantemente sus habilidades como productor y a perfeccionar su unidad de producción, con el objetivo de alcanzar nuevos niveles de éxito y sustentabilidad en su trabajo.

En la comunidad de Aguas Rojas, en el municipio de Wiwili, Jinotega, encontramos a Elder Daniel Flores Valdivia, un productor resiliente de café de 39 años. Elder trabaja incansablemente en sus cafetales, con el apoyo constante de PACSA, buscando mejorar continuamente sus cosechas y aumentar sus rendimientos de producción.

Consciente de la importancia de preservar el entorno natural, Elder se dedica a resguardar el medio ambiente que lo rodea. Cree firmemente en la protección de las fuentes de agua a través de la conservación de áreas de amortiguamiento, una tarea que considera vital para el futuro de su comunidad y su entorno.

Su visión es clara: persistir en el trabajo constante para fortalecer su situación económica. Aspira a expandir y mejorar su finca, adquiriendo más terrenos para alcanzar una mayor prosperidad personal y profesional. Elder está decidido a seguir adelante, enfrentando los desafíos con determinación y compromiso, en busca de un futuro mejor tanto para él como para su familia.

José Rufino Dávila Espinoza, un dedicado productor de 53 años. Padre de siete hijos, vive en la comunidad de Aguas Rojas, ubicada en el Municipio de Wiwili, Jinotega, José ha construido su vida en el campo, donde trabaja la tierra con pasión y dedicación. Heredero de una tradición familiar, ha cultivado café, logrando un rendimiento de 31.7 quintales por manzana.

 Desde su juventud, José ha estado arraigado a la labor agrícola, una vocación transmitida por sus padres. Disfruta del estilo de vida rural y se siente bien trabajando en su finca con el nombre de “El Zapote”.

Los sueños de José son: continuar prosperando como productor, al mismo tiempo que busca su crecimiento personal. Aspira a mejorar tanto en el aspecto económico como en el material, buscando siempre nuevas oportunidades de desarrollo y aprendizaje. Para él, el campo es más que un lugar de trabajo, es su hogar y su fuente de inspiración y sustento para seguir adelante.

En la comunidad de Aguas Rojas, en el municipio de Wiwili, Jinotega, vive Marvin Antonio García Calderón, un hombre dedicado a las labores del campo. Padre de cinco hijos, ha forjado su vida a través del trabajo duro y las oportunidades que se le presentan en el entorno agrícola. Gracias a su esfuerzo, ha logrado construir su propia finca, a la que cariñosamente llama “El Papayal”.

La pasión por la caficultura le viene desde sus padres, quienes le inculcaron valores de respeto y cuidado hacia el medio ambiente que lo rodea. Marvin, en colaboración con PACSA y su equipo técnico, trabaja arduamente en su finca para mejorar tanto la productividad como la calidad del café que cultiva.

Su mayor deseo es avanzar constantemente como productor, no solo en términos económicos y materiales, sino también en su desarrollo personal. Basado en principios sólidos y valores arraigados, se esfuerza por crecer en todas las áreas de su vida, buscando siempre el equilibrio entre el progreso económico y el bienestar de su familia y comunidad. Para Marvin, cada día es una oportunidad para aprender, mejorar y contribuir al futuro sostenible de su entorno.

Wilson Rufino Davila Matey, un joven productor de 25 años. Vive en la comunidad de Aguas Rojas, Wiwili, Jinotega, criado por padres que le inculcaron desde temprana edad el cuidado y la preservación del medio ambiente, así como el amor por la agricultura. Wilson, padre de dos hijos, ha heredado esta pasión por trabajar la tierra y cultivar café.

En su finca de 2 manzanas, Wilson estima una producción de 25 quintales por manzana. Para alcanzar su máximo potencial, cuenta con el apoyo técnico y financiero de PACSA, quienes le brindan asesoramiento en aspectos cruciales para mejorar la calidad y productividad de sus cafetales.

Los sueños de Wilson son: seguir trabajando la tierra y el café con dedicación, y lograr un crecimiento significativo en su finca. Sueña con expandir sus cultivos, mejorar las técnicas de producción y contribuir al desarrollo sostenible de su comunidad.