Olga María Chavarría González, una mujer de 49 años y madre de 2 hijos. Desde temprana edad, vive en la comunidad de Mancotal, en el Municipio de San Rafael del Norte, Jinotega. Olga María fue instruida por sus padres en las labores del campo y en la importancia de salvaguardar el medio ambiente, lecciones que ha llevado consigo a lo largo de su vida.

 Con 3 manzanas de café en desarrollo, Olga María recibe el acompañamiento y asesoramiento técnico de PACSA para el manejo de sus cafetales. Con la esperanza de obtener un rendimiento de cosecha de 25 quintales, cada planta es cuidada con esmero y atención, reflejando su compromiso con la calidad y la excelencia en su labor.

 La aspiración de Olga María como productora es clara: desea crecer en áreas de café para aumentar sus ingresos y asegurar un futuro más próspero para ella y su familia. Con determinación y perseverancia, busca constantemente oportunidades para expandirse en la caficultura y alcanzar sus metas.

Yamileth del Carmen Chavarría Dormus, una apasionada productora de 39 años y madre de 3 hijos. Para Yamileth, la caficultura es más que una simple actividad; es una herencia familiar que ha recibido con orgullo y dedicación. Vive en la comunidad de Mancotal, en el municipio de San Rafael del Norte, Jinotega.

Con el apoyo técnico y financiero brindado por PACSA, Yamileth ha participado en diversas actividades de capacitación para mejorar el manejo agronómico de su cultivo de café. Con 3 manzanas destinadas a este fin, 1 manzana en desarrollo y 2 manzanas en producción, Yamileth tiene grandes expectativas para este ciclo, estimando una cosecha de 50 quintales. Cada planta en su finca recibe el cuidado y la atención que merece, reflejando su compromiso con la calidad y la excelencia en su trabajo.

Para Yamileth, el futuro está lleno de promesas y oportunidades. Su sueño es crecer como productora y alcanzar mayores cosechas, lo que le permitirá obtener mayores ganancias y mejorar la calidad de vida de su familia.

En la hermosa comunidad de Mancotal, en el municipio de San Rafael del Norte, Jinotega, vive Juan Pablo Centeno Ruiz, un productor resiliente de 46 años, casado y padre de un hijo. Desde temprana edad, Juan Pablo se ha dedicado con pasión a la caficultura, una vocación que lo ha marcado profundamente a lo largo de los años.

La pasión de Juan Pablo por el café es innegable. Cada planta en su finca recibe su cuidado meticuloso y su atención dedicada, con la esperanza de mejorar constantemente los rendimientos de sus cosechas. Con un área de 3.5 manzanas en producción, Juan Pablo tiene grandes expectativas para este ciclo, esperando alcanzar un rendimiento de 30 quintales por manzana. Esta meta no solo implica trabajo arduo, sino también un profundo esfuerzo por cultiva la tierra y el cultivo que la sostiene.

 La finca de Juan Pablo es un reflejo de su visión integral de la agricultura. Además de su café, cultiva una variedad de árboles frutales y hortalizas que son para el consumo de su familia. Esta diversificación no solo garantiza una dieta variada y saludable, sino que también demuestra su compromiso con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.

El sueño de Juan Pablo es claro: perfeccionar sus técnicas de cultivo para alcanzar una producción excelente. Esta búsqueda de la excelencia no solo le permitirá adquirir más tierras, sino también obtener mayores ingresos para su familia y asegurar un futuro próspero para su familia

Delvin Valverde Cruz, un hombre de 40 años y padre de un hijo. Desde muy joven, Delvin ha estado inmerso en la caficultura, aprendiendo los secretos de esta noble labor de sus padres con dedicación y pasión. Vive en la comunidad de Mancotal, en el municipio de Jinotega.

Delvin es un pequeño productor con un área productiva en café de 3 manzanas, logrando un rendimiento impresionante de 40 quintales APO por manzana. Con la asistencia técnica de PACSA, se esfuerza por mejorar satisfactoriamente la calidad y productividad de sus cafetales, implementando nuevas técnicas y buenas prácticas agrícolas.

Su sueño es claro y motivador: desea continuar laborando en su parcela y elevar la producción de café. Cada día, trabaja con determinación y dedicación, para el bienestar de su familia.

Berta Nubie Hernández López, una mujer ejemplar y madre de 2 hijos. Berta es una pequeña productora de café cuya vida está arraigada en valores cristianos y la convivencia pacífica en su comunidad. Vive en la comunidad de Mancotal, en el municipio de San Rafael del Norte, Jinotega, vive

Criada con amor y valores sólidos, Berta encuentra verdadera felicidad en su vida en el campo y entre sus cafetales. En sus tierras, cultiva una variedad de árboles frutales, forestales y hortalizas, que son la base de su sustento. Desde joven, se ha dedicado a la caficultura con pasión y determinación, y su deseo es continuar mejorando en esta noble labor.

Con el apoyo técnico y financiero proporcionado por PACSA, Berta tiene grandes esperanzas de mejorar los rendimientos de sus cultivos. Con 3 manzanas de café en desarrollo, espera alcanzar una producción de 30 quintales por manzana. Este respaldo le brinda la oportunidad de fortalecer su negocio y alcanzar su meta de crecimiento como productora.

El sueño de Berta es claro y motivador: desea ampliar sus áreas de cafetales y convertirse en una destacada emprendedora en la caficultura. Cada día, trabaja con dedicación y gratitud, sabiendo que su labor no solo beneficia a su familia, sino también a su comunidad y al entorno en el que vive feliz.

Marisela Rivera Herrera, una mujer resiliente de 52 años, viuda y madre de 4 hijos. Vive en la comunidad de Mancotal, ubicada en el municipio de San Rafael del Sur, Jinotega, Marisela es una pequeña productora de café cuyo trabajo en la caficultura es una herencia familiar que le fue transmitida por sus padres desde temprana edad. Estos valores arraigados la han guiado en su vida y en su labor diaria, amando, cuidando y preservando la tierra donde cultiva su café.

Con un área de 5 manzanas en desarrollo, Marisela estima una producción de 40 quintales por manzana para este ciclo. A pesar de los desafíos que ha enfrentado, Marisela se ha mantenido firme en su compromiso con la caficultura, encontrando en cada grano de café un motivo para seguir adelante.

El apoyo técnico brindado por PACSA ha sido fundamental en el crecimiento y desarrollo de las plantaciones de Marisela. A través de capacitaciones en temas como el manejo integrado de plagas en el café y la poda, ha adquirido conocimientos vitales que han mejorado la calidad y la productividad de su café. Cada día, Marisela se levanta con determinación y gratitud, sabiendo que su trabajo no solo beneficia a su familia, sino también a su comunidad y al medio ambiente .

El sueño de Marisela como productora es simple, pero con metas: desea continuar cultivando café con el objetivo de incrementar la productividad de su finca y así elevar el nivel de vida de su familia.